Los niños son más propensos a desarrollartrastornos emocionales o conductuales si sus madres tienendepresión crónica, aunque los síntomas no sean graves, segúnrevela un estudio de Francia.
Investigaciones previas habían asociado la depresión clínicamaterna con las alteraciones anímicas y otros problemas de losniños, pero el nuevo estudio es uno de los primeros queestablece esta relación aunque los síntomas sean tan leves quelos médicos no realicen un diagnóstico o indiquen untratamiento, según explicó la autora principal, Judith van derWaerden.
"Hay un grupo grande de mujeres con síntomas depresivos queno son tan graves como para llegar a un diagnóstico y queprobablemente ni siquiera consulten, pero eso tiene un efectonegativo en el bienestar emocional y conductual de sus hijos",señaló vía e-mail van der Waerden, investigadora del InstitutoNacional de Salud e Investigación Médica de Francia, París.
Su equipo siguió a más de 1.100 parejas de madres e hijosfranceses desde el parto hasta el quinto año de vida. Lo hizocon evaluaciones de la salud mental materna y el desarrolloemocional y conductual de los niños.
Los autores evaluaron los síntomas emocionales, losproblemas de conducta, los signos de hiperactividad o falta deatención, los inconvenientes con las relaciones con sus pares yla conducta social cuando los niños tenían cinco años. Además,las madres respondieron cuestionarios estandarizados paraevaluar los síntomas depresivos en el embarazo y el primer añode vida del bebé, como así también a los tres y cinco años devida de los hijos.
El 62 por ciento de las madres no tenían signos de depresióndurante el estudio y el 4,6 por ciento padecía depresión crónicay grave. Una de cada cuatro tenía síntomas depresivos moderadosresistentes.
En algunos casos, el período de depresión grave fue máscorto: un 3,6 por ciento la padeció sólo en el embarazo y el 4,6por ciento, sólo en la edad preescolar de sus hijos. Los niñosde este segundo grupo de mujeres registraron el nivel más altode trastornos emocionales y conductuales, no así los niños delprimer grupo.
Los hijos de las mujeres con depresión crónica, ya seamoderada o grave, tuvieron problemas emocionales o conductuales.
Todo esto se suma a cada vez más estudios sobre la depresiónmaterna y los trastornos del desarrollo infantil, según comentóErika Forbes, investigadora especializada en psicología infantilde University of Pittsburgh.
Pero, en general, los niños quedan más expuestos a eseriesgo cuando las familias tienen otros problemas, como lasdificultades económicas o los problemas de pareja, según aclaróForbes, que no participó del estudio.
Consideró que el aumento del riesgo en los preescolares queparticiparon del estudio sugiere que el momento de aparición dela depresión materna también tendría un papel en el desarrolloinfantil.
Mientras que muchas mujeres padecen depresión pospartomientras se ajustan a la nueva vida con un bebé, los síntomasque no desaparecen después de varias semanas o alteran de algúnmodo la atención del bebé o las actividades normales suelenestar asociados con la depresión, según explicó David Bridgett,director del Laboratorio de Regulación Emocional y elTemperamento de Northern Illinois University, DeKalb.
Via eleconomista.es
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