Cuando las personas están bajo estrés emocional tienden a abandonar hábitos saludables y tomar alimentos azucarados, fumar, beber más alcohol y olvidarse del cepillo y el hilo dental, lo que promueve el crecimiento de bacterias
A los múltiples factores que contribuyen a la enfermedad periodontal, una higiene dental inadecuada, consumo de tabaco, etc., se puede añadir uno nuevo: el estrés. ¿Cómo nos afectan los problemas a nuestro boca? Según un estudio de la Universidad de Tufts (EE.UU.). mucho más de lo que pensábamos. «Se ha demostrado que hay una relación significativa entre el estrés emocional y la enfermedad periodontal. Y debemos analizarla con mayor profundidad», asegura Evangelos Papathanasiou.
Antes de llegar a la universidad estadounidense, Papathanasiou trabajo como dentista en el ejército y trató a soldados sometidos a estrés que desarrollaron úlceras de la boca y encías sangrantes. Pero también lo ha comprobado en su propia boca: «cuando estoy sometido a situaciones de estrés mis encías tienden a sangrar más cuando me estoy cepillando los dientes». Y no es el primero que ha visto que la crisis económicas o el estrés académico puede conducir a la inflamación de las encías.
Así, en un trabajo realizado con Theoharis Theoharides y Iro Palaska que se publicaron en «Journal of Biological Regulators & Homeostatic Agents» propusieron una nueva teoría de cómo el estrés puede regular la inflamación de las encías, un fenómeno por el cual el cuerpo, en un intento de protegerse de las bacterias en la boca, ataca esencialmente sus propias encías.
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A los múltiples factores que contribuyen a la enfermedad periodontal, una higiene dental inadecuada, consumo de tabaco, etc., se puede añadir uno nuevo: el estrés. ¿Cómo nos afectan los problemas a nuestro boca? Según un estudio de la Universidad de Tufts (EE.UU.). mucho más de lo que pensábamos. «Se ha demostrado que hay una relación significativa entre el estrés emocional y la enfermedad periodontal. Y debemos analizarla con mayor profundidad», asegura Evangelos Papathanasiou.
Antes de llegar a la universidad estadounidense, Papathanasiou trabajo como dentista en el ejército y trató a soldados sometidos a estrés que desarrollaron úlceras de la boca y encías sangrantes. Pero también lo ha comprobado en su propia boca: «cuando estoy sometido a situaciones de estrés mis encías tienden a sangrar más cuando me estoy cepillando los dientes». Y no es el primero que ha visto que la crisis económicas o el estrés académico puede conducir a la inflamación de las encías.
Así, en un trabajo realizado con Theoharis Theoharides y Iro Palaska que se publicaron en «Journal of Biological Regulators & Homeostatic Agents» propusieron una nueva teoría de cómo el estrés puede regular la inflamación de las encías, un fenómeno por el cual el cuerpo, en un intento de protegerse de las bacterias en la boca, ataca esencialmente sus propias encías.