Según la OMS, más de 350 millones de personas sufren de depresión en el mundo.
Entre un tercio y el 50% de los adictos están deprimidos, desvelan estudios científicos
La muerte de Robin Williams vuelve a sacar a la luz la difícil relación de muchos actores, músicos y escritores con la depresión y las adicciones. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 350 millones de personas de todas las edades sufren de depresión en el mundo. Una enfermedad que, "en su forma más severa, puede llevar al suicidio", afirma la organización, que refiere un millón de muertes al año por esta causa.
Antes que Robin Williams, artistas como Jim Carrey, Catherine Zeta-Jones o Mel Gibson han hablado públicamente de sus depresiones, asociadas a intentos de alejarse del consumo de alcohol y drogas. El propio jefe de prensa de Williams, Mara Buxbaum, ha reconocido que el intérprete había sufrido recientemente "una severa depresión ". La policía maneja el "suicidio por asfixia" como causa de su muerte.
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Entre un tercio y el 50% de los adictos están deprimidos, desvelan estudios científicos
La muerte de Robin Williams vuelve a sacar a la luz la difícil relación de muchos actores, músicos y escritores con la depresión y las adicciones. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 350 millones de personas de todas las edades sufren de depresión en el mundo. Una enfermedad que, "en su forma más severa, puede llevar al suicidio", afirma la organización, que refiere un millón de muertes al año por esta causa.
Antes que Robin Williams, artistas como Jim Carrey, Catherine Zeta-Jones o Mel Gibson han hablado públicamente de sus depresiones, asociadas a intentos de alejarse del consumo de alcohol y drogas. El propio jefe de prensa de Williams, Mara Buxbaum, ha reconocido que el intérprete había sufrido recientemente "una severa depresión ". La policía maneja el "suicidio por asfixia" como causa de su muerte.