Terapias con luz que imitan al sol

Nuevos tratamientos recurren a sistemas que imitan la luz solar para mejorar patologías tan distintas como el acné o los dolores articulares

No es nuevo que la luz del sol es una fuente de felicidad, buen humor y salud. En 1893, el médico danés Niels Finsen Ryberg ya creó la fototerapia, y sus logros con multitud de pacientes le valieron el Premio Nobel de Medicina. Y es que el organismo humano trasforma la luz en energía electroquímica, que desencadena procesos biológicos que ayudan al cuerpo a poner en marcha sus propios mecanismos de autocuración, a regenerarse y a reequilibrarse.

Este es el origen de laterapia conBioptron, un tipo de luz que reproduce la del sol, pero sin la radiación ultravioleta y los infrarrojos, invasivos y perjudiciales para la salud. «Al estar polarizada, multiplica los beneficios de la luz solar por cuatro», explican las hermanas Raquel y Blanca Gómez (del centro Concha del Barrio), pioneras en España en aplicarla.
Luz polarizada

La clave de la eficacia de la luz polarizada es que es una auténtica «aduana» reguladora de la entrada de nutrientes y oxígeno a las células así como para la salida de desechos. Y se puede aplicar en todos los campos relacionados con la salud y la estética ya que ayuda al cuerpo a lanzar su propio potencial curativo.

¿Cómo se emite? A través de un dispositivo que reproduce solo la parte «saludable» de la luz solar. «Se trata de un tratamiento equilibrante y de rejuvenecimiento integral muy especial», explica Raquel Gómez del Barrio que la ha incorporado en sus tratamientos de belleza. La luz penetra profundamente y activa cada una de las células ayudándolas a regenerarse y a reequilibrarse.

Resultados rápidos

«Por lo que respecta a los resultados, serán visibles antes o después dependiendo de cada caso, pero cabe decir, como orientación, que un dolor articular suele desaparecer con una sola terapia y un brote de acné en un par de semanas», indica esta experta en estética.

Se la considera totalmente inofensiva incluso se la puede aplicar a bebés. «En los 25 años que se lleva utilizando esta tecnología no se han recogido datos de ningún tipo de contraindicación o efecto secundario indeseable», asegura. Retomemos pues la filosofía de Hipócrates: «Primum non nocere» (primero, no hacer daño) y «Vis medicatrix Naturae» (venerar el poder curativo de la Naturaleza).


Via habc.es