martes, 2 de abril de 2013

Lactancia artificial, si no queda otro remedio: algunas ventajas

La OMS recomienda la lactancia materna al menos hasta los dos años.
    Si no es posible, la leche de fórmula, con nutrientes añadidos, es la alternativa.
    El bebé tarda más en digerirla; así tiene mayor sensación de saciedad y los periodos entre tomas pueden ser más largos.

La lactancia materna es el mejor modo, el más natural, de alimentar al recién nacido. La ciencia ya ha mostrado muchas de las virtudes de seguir este procedimiento. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna al menos hasta los dos años; durante los seis primeros meses exclusivamente leche materna y a partir de entonces intercalando nuevos alimentos.

Además, aconseja comenzar la lactancia en la primera hora de vida del bebé; hacerlo a demanda, es decir, con la frecuencia que quiera el niño, tanto de día como de noche, y evitar los biberones y chupetes.

"La lactancia provoca unos vínculos afectivos estrechos por la cercanía y un contacto frecuente. La crianza de ese niño será cuidadosa: menos abandonos, maltratos...", afirma Marta Díaz, del Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría y Catedrática de la Escuela de Enfermería de la Universidad de La Laguna.

Pero no todas las madres pueden elegir. Cuando la lactancia materna no es posible, la lactancia artificial o leche de fórmula es la alternativa. Se trata de leche de vaca modificada –con nutrientes añadidos– para asemejarse a la leche materna.

Existen tres tipos de leche de fórmula:

    De inicio: se recomienda hasta los 6 meses de edad. Contiene el nombre comercial seguido por "1".
    De continuación: hasta los 18 meses. La marca va seguida por un "2".
    De crecimiento: recomendada hasta los 3 años. El "3" aparece tras el nombre comercial.

Aunque lo ideal siempre será apostar por dar el pecho al niño, la lactancia artificial también tiene ventajas. Si bien el bebé tarda algo más en digerirla, tiene por eso mayor sensación de saciedad. De esta manera, permite que los periodos entre tomas sean más largos.

Y si algo le da a la madre la leche de fórmula es libertad. Puede entrar y salir sin estar pendiente del horario e, incluso, otra persona puede darle el biberón. Además, con este método, la madre tiene un control exacto de la cantidad de leche que toma el bebé.

A todo ello hay que añadir que el destete es más fácil y que el padre pasa a tener más protagonismo, al poder ocuparse también de la alimentación del recién nacido.

Finalmente, la lactancia artificial es perfecta para esos casos en los que la lactancia materna está contraindicada: herpes en la zona de la mama, cáncer de mama, VIH, alcoholismo o drogas, tuberculosis activa, problemas metabólicos del bebé, trastornos psiquiátricos de la madre o por la toma de algún medicamento.

Via 20minutos.es

0 comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

 
Copyright © . Actualidad y Noticias de Salud - Posts · Comments
Theme Template by BTDesigner · Powered by Blogger